LOS SILENCIOS DEL CAMINO
Yo me resistí al silencio, pero un día me dejé llevar por su ramas, como si fuese un árbol frondoso, y yo necesitara su frescor.
Tal vez no hubo opción y por eso traté de purgarlo como un castigo.
Fueron tantos los silencios.
¿Demasiados?
Aprender, nunca es suficiente y eso fue lo que ellos significaron para mi.
Dolió mucho, lastimaron desde mi nombre hasta mi alma.
Un día el recuerdo dejó de lastimar. Irrumpió para iluminar. Lo mimé, lo aquilaté y me permití disfrutarlo con un placer y un deleite mayúsculo. No era esa su cualidad sino su expectativa.
Me dormí mecida en el azul iridiscente de los fuegos de artificio, para despertar de la sicopatía al hecho, cierto y veraz. Y esos fantasmas, esas sombras, esos lastres que el alma ya no podía soportar, que fueron obsesión como sol de mediodía que encandila, apagaron su fulgor y me viajaron a un apaciguado vergel. Hablo de esos silencios que dan paz y remanso a tus malas ansiedades.
Hay otros que te llenan de dudas y sostienen el pensar, el deducir, el suponer. La especulación en esos términos, puede ser provechosa. El silencio no como hueco, sino como un cuenco del que van surgiendo atisbos de verdades, apenas un resplandor.
Hay muchos que te angustian y sacan de vos lo peor: reproches, rabia, rebeldía. Con ellos aprendes a conocerte y saber hasta donde el mal puede tener cabida en tu corazón.Supe donde estaba lo malo Y ya no hizo falta ni que me vieran, ni me reconocieran, ni el permiso para decir lo que pienso.
Hay tantos...
A mi casi todos me han ayudado a crecerme, a parecerme cada día más a mi. A perdonarme errores y a tratar de enmendarlos.
En el camino, encontré muchos silencios, y espero encontrar más, para armar este rompecabezas a veces tan fatal que termina con la muerte, o a veces tan mágico, que da paso a la luz.
La propuesta de este jueves, en lo de NEOGEMINIS.
Un magnífico recorrido por ese camino del silencio tan necesario y fructífero… Desde cada una de sus vertientes, esos silencios nos hacen viajar(nos) y reconocernos por cada recoveco de nuestra mente y nuestra alma, haciéndonos, muchas veces, sanar cualquier herida, predisponiéndonos a seguir por el camino de la vida, mucho más ligeros…
ResponderEliminarMuy bueno y reflexivo…
Un placer leerte, Cas.
Abrazos, y feliz tarde.
Gracias Ginebra!!! Me alegra tu empatía para con mi texto catártico. En fin son tiempos también de mucho ruido interior, y de agradecer con cariño el comentario en el blog. Abrazos.
EliminarUn texto bello y profundo que nos hace meditar sobre la distinta calidad de los silencios y de su enigmático poder de redención. En la vida, entendida como un camino, en distintas etapas nos hemos topado con silencios: buscados, impuestos, hallados, indeseados, retrospectivos... todos con su especial cualidad y perspectiva y en cada uno, si lo supimos buscar, seguro habremos encontrado algo que aprender. Me quedo con esta bella idea "El silencio no como hueco, sino como un cuenco.." qué hermoso pensamiento! te dejo un fuerte abrazo, geminiana, y te agradezco por haberte sumado a mi propuesta.
ResponderEliminar=)
P.d
espero que tu piernita ya esté compuesta
Pues que siempre tengamos cuencos de que echar mano y seguir construyendo vínculos tan necesarios aunque sea para compartir un silencio. Besos!
EliminarQué maravilla de texto, tan profundo, tan lleno, tan verdadero, y de tal calidad literaria...
ResponderEliminarEl silencio como un cuenco, no como un hueco, lleno, lleno. Así lo quiero sentir yo también.
Un verdadero placer, ójala participaras más veces :)
Un abrazo
Gracias Volarela. Tu visita es altamente estimulante y me llena el corazón de entusiasmo, aunque después de muchos años de presencia contínua, cuesta más seguir el ritmo juevero, por más que el deseo siempre está. Un fuerte abrazo lleno de gratitud.
EliminarEs cierto que hay muchas clases de silencios y algunos son necesarios porque en ellos escuchamos la voz de nuestro interior y ella siempre nos saca de las dudas que nos planteemos. El silencio no lo debemos ver como un enemigo sino más bien mediador de nuestros pensamientos. Un abrazo y feliz semana.
ResponderEliminarGracias Campirela por tu visita y empatía para con el texto. Un abrazo y buena semana para todos!!
EliminarUn texto profundo y reflexivo, nos hace comprender los distintos silencios
ResponderEliminarAbrazo
Gracias por tu visita Mujer de Negro. Compartir la comprensión de algo, ayuda siempre mucho. Un abrazo
EliminarTodas las cosas necesitan un descanso. Las personas también lo necesitan y, el mejor modo de encontrar el descanso son los silencios. Cada uno buscamos nuestro particular "rinconcito para estar callados, y pensar".
ResponderEliminarMuy buen relato .
Abrazos.
Pues si Berta, cada vez más necesario ese lugar donde uno armoniza con su yo en un mundo tan "inquieto" y no siempre en el mejor sentido.
EliminarUn fuerte abrazo
U bonito título para explicar lo que representan los silencios a lo largo de nuestro caminar interior.
ResponderEliminarMe he visto reflejado en muchos de ellos porque yo los practico bastante.
Besos
La propuesta de los títulos, ha resultado muy interesante y creativa. Compartir el reflejo, nos acerca y me alegra. Besos Tracy
EliminarQue bella reflexión amiga. Una mirada, limpia, brillante, y rotunda, sobre el silencio y sus derivados. Valiente y delicada, perseverante, amable y sincera. ahora se dice porquí: me ha gustado no, lo siguiente. O lo que es lo mismo: me ha gustado lo más de lo más. un abrazo
ResponderEliminarEres tan generosa y amorosa Montserrat, que solo cabe en mi pecho alegría y agradecimiento por tu visita. Besos y abrazos, muchos.
Eliminarun precioso ramillete de silencios, sin muchos de los cuales parace imposible vivir.
ResponderEliminarsaludos
creo que tampoco había pasado por aquí. que bueno que lxs poc
o habituales os prodigueis mas
A veces prodigarse, es repartirse hasta partirse en pedazos, y no siempre estamos en condiciones de juntarlos sin exigirnos más de lo que podemos. Agradezco tu comentario que me incita a continuar mezclando letras y sentimientos, sobre todo los días jueves. Un abrazo
EliminarEs cierto, hay tantos silencios, los que más me gustan son los que se adentran hasta nuestro interior que nos dejan reflexionar, esos son enriquecedores, en cambio, hay otros silencios, que no me gustan.
ResponderEliminarMuy reflexivo y enriquecedor tu texto, me ha gustado mucho.
Besos enormes.
Gracias María! vamos por el mismo camino. Se puede pedir más. Un fuerte abrazo con cariño juevero.
Eliminar¿Sabes, Vivian? Silencio es una palabra fetiche en mí. También he escrito del silencio y me ha gustado haber coincidido en ello.
ResponderEliminarReflexionar, sentir, percibir... y dejar que las cosas tomen su tiempo, hasta los silencios, los recuerdos... la vida.
Un texto realmente para pensar.
Un beso grande.
Querida Mag, maga de los silencios. Gracias por este comentario tan en sintonía, algo de lo que necesitamos cada vez más. Un beso y abrazo con mucho cariño.
EliminarMagnífico, es que sin silencios en el camino no se avanza, se queda la mente entretenida, como olla de grillos, pero no se avanza.
ResponderEliminarPor entender qué importancia tiene pararse, sentarse, y sentirse, en silencio. Un abrazo
Pues eso para los que me tildan de muy conversadora (cada vez lo soy menos, jajaj). Pero es que no se puede con tanto ruido, el alma necesita saborear lo que vive en paz y armonía.A veces el silencio nos lo da. Un fuerte abrazo!!!
EliminarQue profundidad y que belleza puede tener el silencio definido por ti. Me encanta, besos.
ResponderEliminarGracias Inma por encontra belleza en el texto. Un empujoncito necesario para seguir escribiendo en el blog. Un fuerte abrazo.
EliminarUn relato muy reflexivo... es cierto, los silencios nos enseñan mucho en el camino.
ResponderEliminarBss
Y en ese camino estamos Sylvia, a través de las letras, que te acercaron hasta agui, lo que agradezco con cariño. Un fuerte abrazo
EliminarNos muestras el paso del tiempo a través de los silencios, a veces angustiosos, otras maravillosos.Querida amiga al final, la vida acaba dejandonos mudos a todos.
ResponderEliminarBesos vivi.
Sabes Lucía, me has hecho reir, aunque tu intención no haya sido esa, pero eso de quedarnos mudos todos... me ha dado gracia. Como en todo, el equilibrio es necesario, y en eso creo que a veces los años, te ayudan a encontrarlo. Verdad amiga??
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