Es él. Está aquí. Me mece por las noches, apasionado y tierno. Con su protagonismo, me roba la llegada de cualquier otro galán.
Es él. Está aquí. Lucho con sus hojas, que debajo de la puerta, dan cuenta de su presencia por la mañana.
Es él. Está robando mis colores, vistiéndose de otoño y gris.
A él, le imploro que deje entrar el sol, que ya es tiempo de que otras ilusiones llenen de flores mi cabeza: una guirnalda, una corona, un jardín pronto al amor.
Hoy, temprano, casi cuando el cielo estaba desnudo de estrellas, lo he visto talado, despojado, decrépito. Solo unas hojas adornando su cresta trunca. Un penacho absurdo, que cuenta de tiempos mejores, ridículas historias.
Es él. Está aquí. Yo lo consuelo, porque se que todo pasa y nada queda, y aun sin pena ni gloria, por haber sido quien fue, merece un beso en la frente y una caricia en su hombro, para luego sucumbir, al hacha del leñador.
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Un personaje un lugar y un conflicto, surgido de una imagen propia cargada de simbolismo y poético contenido. Te agradezco Vivian por sumarte con un aporte tan sentido. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarMuy singular el personaje que has elegido :)
ResponderEliminarBss.
Desde luego tu relato es pura imaginación y singular ..interesante desde luego .
ResponderEliminarUn abrazo y un feliz noche.
¡Oh! Por fin encuentro tu blog, Lilian.
ResponderEliminarAntes que nada, muchísimas gracias por tus comentarios
en mi casa en dónde te doy la bienvenida.
Jajaja vas por libre con tu personaje, lugar y conflico escogidos,
pero has escrito una bellísima prosa poética que conmueve.
Besos y muy buen fin de semana
Ainssss pero qué original y que rebonito la prosa poética que has ido tejiendo con la imaginación, cómo me ha gustado, Vivian, de verdad, que me ha maravillado y seguro que el árbol se ha sentido acaricuado con tu hermosa prosa.
ResponderEliminarUn beso enorme y feliz fin de semana.
Ayy! que lástima me ha dado ese penacho absurdo! el gigante que imagino, despojado de su cabeza frondosa, merece tus besos sin dudas y las caricias de tus letras...no imagino mejor consuelo querida Vivian!
ResponderEliminarBesitos de otoño
¡Qué bonita historia Vivian! Ese árbol tu gran protagonista, que aunque decrépito y viejo siempre tendrá un lugar en tu corazón.
ResponderEliminarUn abrazo
Un simbolismo que resulta devastador. Árbol y leñador, mejor dijo jardinero, en un texto donde el alma del árbol no entiende el por qué de la tala.
ResponderEliminarUn abrazo y por un día genial